El estilo gráfico.
Ya hemos dicho que G. Remi creó un estilo propio dentro de la llamada línea clara, si bien, el mismo Remi reconoció ser un admirador del dibujante norteamericano Georges Mac Manus, al que se tiene por iniciador de este movimiento, de lo que se podría deducir su notable influencia en el creador de Tintín.
Inicialmente las aventuras se editaron en blanco y negro, para pasar a las tintas de color más tarde. El amor por el detalle documental y ambiental, aun dentro de su simplicidad de líneas, caracteriza a este tipo de dibujo claro y expresivo, que está a caballo entre la línea humorística de caricatura y el cómic policiaco “serio”. Otra característica gráfica inherente al trazo firme de Hergé es su escaso interés por los claroscuros, mediatintas, sombreados, etc., renunciando así a volúmenes y estilos más grandilocuentes.
Las historias.
Unidas al tirón que su dibujo limpio y detallista tiene, las historias son el otro eje atractivo de este cómic. Desde la fantasía y la ficción, siempre teñidas de una capa realista y creíble, hasta el humor sensato y vitalista que las compone, Hergé utiliza constantemente ganchos como el misterio y la intriga policíaca.
Con ellos nos adentra por esos laberintos de aventuras exóticas y coloristas, siempre agradables de seguir, debido a su forma narrativa simple y a su sentido estético, didáctico y documental con que nos las va contando.Los expertos “tintinólogos” dicen advertir un cambio destacado en la forma de narrar. Y lo sitúan exactamente entre los trabajos titulados “Los cigarros del faraón” y “El loto azul”.
Achacan este modo distinto de contar a la influencia ejercida por un amigo chino de Remi, Tchang-Tchong-Jen, un joven estudiante de Bellas Artes en la Universidad de Lovaina. Tchang, además de lograr que Remi se documente e interese por las costumbres y cultura de China, dará nombre a un pequeño personaje, amigo de Tintín en las aventuras.
También hará que Remi, a partir de entonces, se documente exhaustivamente sobre las culturas y estéticas de los otros países en los que van transcurriendo las siguientes andanzas del joven periodista.
La línea clara, claro
Es imposible hablar de Hergé sin incidir en su importancia como fundador de la corriente que se dio en llamar “línea clara”, característica de la escuela franco-belga. Trazo limpio, gusto por el detalle, fondos impecables, colores planos, diseño de personajes a medio camino entre el realismo y el cartoon, elegancia y un gusto por el género de aventuras muy documentado, y la narración lineal, clásica, sin casi espacio para la experimentación (al margen de los tics autorales, que también los hay).Los álbumes del Tintín que todos hemos leído no son los originales. Como lo leen. Inicialmente fueron publicados en blanco y negro, hasta que la editorial Casterman plantea una revisión estilística a He gé, que se servirá de una serie de colaboradores en su propio estudio para renovar (y dicho sea de paso, mejorar) la serie.
En esta labor de restauración, cobra un papel muy importante Edgar P. Jacobs, siempre a la sombra de su maestro y encargado de los fondos de viñeta y grandes postales. El padre de Blake y Mortimer tuvo una labor imprescindible en títulos como Las Siete Bolas de Cristal y El Templo del Sol.
En definitiva, Hergé ha sido un artista capaz de trascender el medio en el que ha desarrollado su obra. La “línea clara” no es el único legado del belga, que ha inspirado a pintores tan significativos como Roy Lichtenstein o Andy Warhol. Esto le convierte en apóstol de un medio que ha sufrido sus crisis a favor de otras manifestaciones, pero cuya capacidad para reflejar el mundo y cómo lo entendemos se hace notar al abrir al azar cualquier página de un álbum del joven periodista belga del mechón pelirrojo.
el Castillo de Moulinsart y el de Cheverny
El castillo de Cheverny es famoso por haber servido de modelo para Hergé. De hecho, si elimina las alas, usted será transportado a los bancos de la región del Loire Moulinsart, el castillo del Capitán Haddock. Sin embargo, Hergé no sólo ha inspirado en la arquitectura exterior del castillo, él también fue influenciado por la decoración y mobiliario para capturar piezas del castillo de Moulinsart.
El castillo de Moulinsart hizo su primera aparición en "El Secreto del Unicornio" y fue comprado por el Capitán Haddock en "El Tesoro de Rackham el Rojo". Desde entonces, el castillo de Moulinsart se convirtió en el puerto de Tintín y sus compañeros.
Histórico Castillo de Moulinsart:
Castillo de Moulinsart anteriormente pertenecía a Francisco de Hadoque caballero. Que había recibido el rey de Francia en julio de 1684 como una recompensa por su buen y leal servicio. Tintín es el primero en entrar en el palacio, sino como un preso, visitó en ese momento algunas piezas que muestran a continuación, el capitán.
El castillo está disponible para la compra después de la detención de los delincuentes que se encontraban allí y que es el Capitán Haddock que compra. Desde entonces, el Castillo de Moulinsart es el hogar de Tintín y sus amigos.
Historia del Castillo de Cheverny:
El castillo de Cheverny está situado a unos diez kilómetros al sur de Blois y quince kilómetros del castillo de Chambord. El castillo de Cheverny fue construido en 1620 por el conde de Cheverny, un oficial del rey Louis XIII.
Este castillo es considerado el más decorado y amueblado en la región.
Este castillo es privado y pertenece a la familia Hurault desde su origen, fue construido sobre un área que es más de 700 años. El actual señor de la vida de su dominio.
El ala izquierda del castillo se puede visitar. Durante la visita, no cabe duda de que el castillo sigue siendo habitado.
Está abierto a los visitantes desde 1922.
Galería de Tintín en el castillo de Cheverny:
Existen en el castillo de Cheverny una exposición permanente, abierto todo el año, que se extiende más de 700 metros cuadrados, en siete habitaciones, ofrece a los visitantes la oportunidad de revivir los acontecimientos que tuvieron lugar en el mítico castillo de Moulinsart, gracias a entretenimiento interactivo: el descubrimiento de los lugares por Tintín, el Capitán Haddock de desventuras, las experiencias del profesor Tournesol, la intrusión de Abdallah, el enfrentamiento con el Supercolor Tryphonar y, desconocido hasta el día de hoy, la habitación ocupada por Tintín en el castillo.
La Isla Negra
En esta caricatura, Hergé se representa tres veces como un simple pasajero: el primer momento en que abordaron el tren que se unirán a Tintín Ostende. Entonces, mientras que pasa en el pasillo del coche durmiendo cuando Tintín. Por último, a bordo del coche restaurante, donde Tintín es la continuación del Dr. Müller y su cómplice, Inglaterra.
La Oreja Rota
El Loto Azul
Las apariciones de Hergé
Cigarros del Faraón
En esta caricatura, Hergé aparece primero ayudante de dirección que se está ejecutando en el desierto árabes una escena dramática de Roberto Rastapopoulos exitosa. Al parecer, otra vez en el jardín del asilo lunático donde tricorn papel en la cabeza y mano derecha se colaron en su camisa para recordar Napoleón. Los directores también han representado Edgar P. Jacobs, un florero en la cabeza y su inseparable pipa en la mano.
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